El pasado jueves 22 Zuckerberg volvió a sorprender con la enorme cantidad de novedades que lanzaron en el F8.
- Perfiles totalmente renovados. El nuevo timeline te permite acceder a toda tu vida en Facebook de forma muy visual y sencilla. “Toda tu vida” queda reducido a los años que lleves en Facebook, pero hasta podemos incluir fotos de nuestro nacimiento.
- Mezcla de tiempo real y notificaciones destacadas. En el ticker (una pequeña ventana en la esquina superior derecha) podemos ver la actividad en tiempo real de nuestros contactos. Desde la música que están escuchando (reminiscencias del Messenger y su sincronización con Media Player, como comentó Sonia Sanz), pero grandes posibilidades para conectar con esos amigos a los que el EdgeRank deja enterrados. El ruido que habrá en el ticker promete ser importante, todo hay que decirlo.
- Evolución de nombres a verbos: acciones complejas para las aplicaciones. La excesiva simplicidad del “me gusta” pudo ser su mejor aliado, pero ahora buscan la evolución. La flexibilidad del nuevo OpenGraph nos permite “cocinar”, “ver” o “jugar”. Una vez más, Facebook se inspira en cosas como Miso o GetGlue.
Para más detalles tengo un post en Territorio creativo.
¿Qué pretende Facebook?
- Que pasemos más tiempo en Facebook. Las reflexiones que ya comienzan a ser clásicos de “Facebook se come Internet” o “Facebook como el nuevo AOL” van por esa línea. Un jardín vallado en el que pasemos la mayor parte del tiempo que estamos en Internet.
- Que le demos más datos. Nuestras conexiones van más allá de “ser amigos” o que “nos guste algo”. Constituirse en el centro de todas las conexiones le da más valor. Facebook quiere ser el conector de nuestras acciones. Online y offline.
- Fortalecer su posición como plataforma. A Zuckerberg le encantaría que para entrar a Hulu o Spotify primero pasáramos por Facebook, que consumiéramos las noticias en Facebook y que jugáramos desde Facebook.
- No ser aburrido. Una crítica que se le venía haciendo desde hace tiempo. Si la gente se aburre, se va. Que estas novedades sirvan para entretener “al usuario medio” es otra historia.
Lo que le sigue faltando a Facebook
- El centro de la experiencia de Facebook siguen siendo tus amigos y contactos. No está mal, pero a veces queremos conocer “a gente nueva”. No hablo de propuestas como las de Badoo o AshleyMadison, más bien en la línea de tagged, que busca conectarte con gente que no conoces por intereses.
- Facebook significa ocio light. Conseguir que los 800 millones de usuarios que tienen ahora lo usen también para algo más que chatear y cotillear las fotos de sus amigos no es fácil. Una cosa es que todos los geeks nos emocionemos pensando en lo interesante que es poder crear acciones como “estoy corriendo en el parque del Retiro” (siendo El Retiro un objeto social en el que podemos acceder a las personas que están por ahí en el momento, leyendo o jugando) y otra que Manolo entienda de qué va eso (o que le interese). Simplificar los accesos a las aplicaciones mitiga este problema, pero no lo elimina.
- Respeto por la privacidad. Los nuevos perfiles nos dejan ver mucho de una persona en muy poco tiempo. Muchos usuarios no se enterarán de que el resto de sus contactos pueden ver la música que escuchan en Spotify hasta que se rían de ellos por escuchar a Melody. Cuando los cambios estén para todo el mundo veremos muchas historias divertidas.
Veremos cómo sale la jugada. En el F8 dejaron claras sus intenciones. A Facebook no siempre le salen bien los planes, pero demuestran que son capaces de buscar nuevas formas para evitar convertirse en un actor irrelevante en la Web. De hecho, parece que lo que quieren es ser la Web.